Durante los últimos
siglos, creció el mito de que los antiguos griegos estaban sujetos a una
proporción numérica específica, esencial para sus ideales de belleza y
geometría.
Dicha proporción es conocida con los nombres de razón áurea ó divina proporción. Aunque recientes investigaciones revelan que no hay ninguna prueba que conecte esta proporción con la estética griega, esta sigue manteniendo un cierto atractivo como modelo de belleza.
Matemáticamente nace de plantear la siguiente proporcionalidad entre dos segmentos y que dice así: "Buscar dos segmentos tales que el cociente entre el segmento mayor y el menor sea igual al cociente que resulta entre la suma de los dos segmentos y el mayor"
Sean los segmentos:
Dicha proporción es conocida con los nombres de razón áurea ó divina proporción. Aunque recientes investigaciones revelan que no hay ninguna prueba que conecte esta proporción con la estética griega, esta sigue manteniendo un cierto atractivo como modelo de belleza.
Matemáticamente nace de plantear la siguiente proporcionalidad entre dos segmentos y que dice así: "Buscar dos segmentos tales que el cociente entre el segmento mayor y el menor sea igual al cociente que resulta entre la suma de los dos segmentos y el mayor"
Sean los segmentos:
A: el mayor y B el menor, entonces planteando la ecuación es: A/B =(A+B)/A
Cuando se resuelve se llega a una ecuación de 2do. grado que para obtener la solución hay que aplicar la resolvente cuadrática.
El valor numérico de esta razón, que se simboliza normalmente con la letra griega "fi" es:
NUMERO DE DIOS
Los griegos de la antigüedad clásica creían que la
proporción conducía a la salud y a la belleza. En su libro Los Elementos (300
a. C.), Euclides demostró la proporción que Platón había denominado «la
sección», y que más tarde se conocería como «sección áurea».
Los antiguos griegos, por ejemplo, creyeron que el
entendimiento de la proporción podría ayudar a acercarse a Dios: Dios «estaba»
en el número o numero de Dios.
Si se divide el grado de inclinación de una espiral de ADN o
de la concha de un molusco por sus respectivos diámetros, se obtiene la Sección
Áurea. Y si se mira la forma en que crecen las hojas de la rama de una planta,
se puede ver que cada una crece en un ángulo diferente respecto a la de debajo.
El ángulo más común entre hojas sucesivas está directamente relacionado con la
Sección Áurea.
El número áureo también está “emparentado” con la serie de
Fibonacci. Esto lo relaciona de una
forma muy especial con la naturaleza, ya que como hemos visto antes, la serie
de Fibonacci aparece continuamente en la estructura de los seres vivos. El
número áureo, por ejemplo, relaciona la cantidad de abejas macho y abejas
hembras que hay en una colmena, o la disposición de los pétalos de las flores.
Quizás uno de los ejemplos más conocidos sea la relación que existe en la
distancia entre las espiras del interior espiralado de los caracoles como el
nautilus. En realidad, casi todas las espirales que aparecen en la naturaleza,
como en el caso del girasol o las piñas de los pinos poseen esta relación
áurea, ya que su número generalmente es un término de la sucesión de Fibonacci.
Video: Secuencia Fibonacci y Proporcion Áurea
Este número también aparece con mucha frecuencia en el arte
y la arquitectura. Por algún motivo, las figuras que están “proporcionadas”
según el número áureo nos resultan más agradables. Aunque recientes
investigaciones revelan que no hay ninguna prueba que conecte esta proporción
con la estética griega, lo cierto es que a lo largo de la historia se ha
utilizado para “embellecer” muchas obras. Por ejemplo, el uso de la sección
áurea puede encontrarse en las principales obras de Leonardo Da Vinci. Es bien
conocido el interés de Leonardo por la las matemáticas del arte y de la
naturaleza, y esta proporción no le era indiferente.
También el rostro de la Mona Lisa encierra un “rectángulo
dorado” perfecto.
Obviamente, Leonardo no fue el único en utilizar esta
proporción en su obra. Miguel Ángel, por ejemplo, hizo uso del número áureo en
la impresionante escultura El David, desde la posición del ombligo con respecto
a la altura, hasta la colocación de las articulaciones de los dedos.
La arquitectura no es
ajena a este valor matemático. La relación entre las partes, el techo y las
columnas del Partenón de Atenas, por ejemplo, también se relacionan mediante el
número áureo.
VIDEO sorprendente que juega con la proporción Aurea en las
pinturas de Leonardo Da Vinci: