domingo, 12 de octubre de 2014

El Fruto Prohibido del Edén la “Amanita muscaria”



Después de crear al hombre con polvo, Dios plantó un jardín paradisíaco al este de Edén, y lo llenó de árboles cuyos frutos eran como joyas radiantes, entre ellos el Árbol de la Sabiduría del Bien y del Mal cuyo fruto rojo, al parecer no era una manzana sino un hongo llamado Amanita muscaria.

La primera referencia que encontramos del uso de las plantas psicodélicas aparece en la Biblia, concretamente en el Génesis. Adán y Eva, la pareja original, viven en el Jardín del Edén como dos perfectas monas: vistiendo desnudos no se avergüenzan de sí mismos y, sin otra ocupación que el vivir en armonía con la Creación, la inocencia es la moneda de cambio entre ellos y la Naturaleza. Sólo un problema les acecha: dios les ha prohibido comer el Fruto del Árbol del Conocimiento. La solución al enigma se salda con la aparición de la serpiente, un personaje misterioso que les invita a probar el fruto del Árbol, asegurándoles que ganarán la conciencia de los dioses y sabrán acerca del Bien y del Mal
La curiosidad puede más que los tabúes y a partir de ese momento, con la ingestión del fruto prohibido, los simios abandonan el paraíso terrenal para ingresar en el mundo de los seres humanos, el reino de la autoconsciencia y del pensamiento dual que ha caracterizado la escena desde aquel entonces.

Aunque hay quien ha querido identificar el fruto de éste árbol con una manzana roja, en una iglesia románica francesa hay un fresco que representa a Eva junto a un árbol que es una gran Amanita muscaria —un hongo enteógeno— que tiene a la vez una serpiente enroscada en su pie. Según esta visión, el nacimiento de la humanidad y el uso de las plantas psicodélicas serían una simbiosis: irían cogidos de la mano. 

     La interpretación del mito queda a disposición de la imaginación de los lectores, pero lo cierto es que existen evidencias arqueológicas que permiten remontar la relación de estas plantas con los seres humanos hasta que se pierde en la Noche de los Tiempos.

          Representaciones medievales de Adán, Eva, la serpiente y el “Árbol del Conocimiento”
                                                 más claro échale Amanita Muscaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario