Spare no sólo desarrolló un método de magia que fue precursor de lo que hoy se conoce
como chaos magic, sino que su catálisis de la creatividad del inconsciente se
anticipó en su momento a los surrealistas.
Pocas personas han disuelto la frontera entre el arte y la
magia como Austin Osman Spare, reconciliando en la práctica dos disciplinas que
originalmente pudieron haber sido una. Nacido el 30 de diciembre de 1886 en el
sur de Londres (aunque el día de su nacimiento podría ser el 1 de enero: Spare
traspapela el acta y olvida la fecha, acaso de manera ominosa mostrando que su
vida siempre estaría en un estado indecidible entre la realidad y la ficción).
Cerca de donde creció Spare había vivido William Blake, “el otro cabeza-de-ángel demente”, en palabras de Alan Moore, una especie de espíritu afín: poeta y pintor que creó su propio sistema cosmológico, entregado a visiones numinosas que plasmó tanto en dibujos y pinturas como en poemas y parábolas y que vivió honrosamente en la pobreza, atormentado por demonios y fantasmas eróticos, sin recibir formación académica, cuidando un cierto indómito fulgor. Esto tienen en común Spare y Blake, ambos habiendo abierto las puertas de la percepción más sutil y grotesca (el matrimonio del cielo y el infierno), sin embargo, estaríamos estirando la liga si equiparamos sus obras; la genialidad de Blake difícilmente tiene parangón en la historia del arte y sobre todo de la literatura, es como un incendio de fuego celeste generado en una isla. Spare por momentos parece adelantarse a su tiempo y muestra una técnica depurada, de un poderosa autenticidad, pero su obra es impar, llena de pinceladas de genio y de exorcismos, decadente y por momentos vulgar. Quizás lo más notable de Spare es su método para hacer de su inconsciente una fuente de creación automática y su propia vida llena de misteriosas anécdotas.
Cerca de donde creció Spare había vivido William Blake, “el otro cabeza-de-ángel demente”, en palabras de Alan Moore, una especie de espíritu afín: poeta y pintor que creó su propio sistema cosmológico, entregado a visiones numinosas que plasmó tanto en dibujos y pinturas como en poemas y parábolas y que vivió honrosamente en la pobreza, atormentado por demonios y fantasmas eróticos, sin recibir formación académica, cuidando un cierto indómito fulgor. Esto tienen en común Spare y Blake, ambos habiendo abierto las puertas de la percepción más sutil y grotesca (el matrimonio del cielo y el infierno), sin embargo, estaríamos estirando la liga si equiparamos sus obras; la genialidad de Blake difícilmente tiene parangón en la historia del arte y sobre todo de la literatura, es como un incendio de fuego celeste generado en una isla. Spare por momentos parece adelantarse a su tiempo y muestra una técnica depurada, de un poderosa autenticidad, pero su obra es impar, llena de pinceladas de genio y de exorcismos, decadente y por momentos vulgar. Quizás lo más notable de Spare es su método para hacer de su inconsciente una fuente de creación automática y su propia vida llena de misteriosas anécdotas.
Si hablamos de la vida de Spare, hablamos de una urdimbre
entre la magia y el arte y entre la ficción y la realidad que no puede
desenmarañarse del todo: la mezcla preciosa de la cual se forman los cultos y
las leyendas. Pocas vida más peculiares y llenas de extravagantes aventuras e
insólitos sucesos paranormales como la de Spare; la otra que viene a la mente
es la de Aleister Crowley. El
autodenominado “Último Gran Mago de Occidente”, también pintor, escritor y ocultista, fue un
personaje delirante y por momentos genial, la máxima influencia del ocultismo
moderno, cuya vida y poder mágico es imposible de fijar objetivamente, entre la
superchería y lo superhumano. Los dos grandes magos-artistas británicos se
conocieron y Spare incluso fue iniciado
a la orden mágica de la Estrella Plateada de Crowley e hizo
ilustraciones para The Equinnox, la publicación en la cual Crowley vertió de
manera herética todo el corpus hermético de la sociedad secreta del Golden
Dawn. Crowley veía mucho potencial en el joven Spare, que inició su carrera
como una especie de niño prodigio, exhibiendo sus dibujos cuando era un
adolescente; pero las personalidades de la misma carga eléctrica estaban
destinadas a chocar. Spare relata el asco de ver a Crowley maquillado por las
calles de Londres, propinando sus “besos de la serpiente” y sugiere que La Gran
Bestia 666 lo intentó seducir, posiblemente para alguna operación de magia
sexual. Crowley escribe que Spare sólo estaba interesado en la magia negra, una
desviación que a fin de cuentas los hacía incompatibles; aunque en realidad
Spare estaba en contra de toda magia ceremonial, “blanca” o “negra”,
simplificando el proceso de activar la voluntad mágica a través del
inconsciente. “Estos magos, cuya insinceridad es su seguridad, son solamente
los dandis desempleados de los Burdeles. La magia es sólo la propia habilidad
natural de atraer sin preguntar”. De
cualquier forma, ambos personajes tendrían muchos puntos en común en el
desarrollo de sus propios sistemas (Zos y Kia en el caso de Spare y Thelema en
el de Crowley). Ambos le dieron un lugar central al acto sexual como un acto
suscitativo para desencadenar y comandar energías y espíritus, y compartieron
el principio de eliminar toda creencia en otra cosa que no sea la propia
voluntad (una forma de vitalismo mágico-erótico) o el desarrollo de sus propias
técnicas adivinatorias. Crowley había dicho que “dios es el instinto sexual”;
Spare escribió en el Libro del Placer, con ese estilo criptobarroco que siempre
le caracterizó:
Este antiguo principio sexual, y la idea del ser, son una y la misma, identidad que es su exacción e infinita posibilidad, la dualidad prístina, misterio de misterios, la Esfinge en el portal de toda espiritualidad.
Spare, el hijo de un policía, fue en muchos aspectos precoz;
tanto en su iniciación en el arte, como en el sexo y en la magia. Kenneth Grant, su amigo y en muchos aspectos
el creador de su mito pop-oculto –incluso ayudándolo a escribir sus
textos—señala que gran parte de los poderes psíquicos de Spare provienen de su
encuentro con una elusiva mujer conocida como Mrs. Patterson, quien
aparentemente era parte del linaje de brujas de Salem, y que conocía las artes
“del hipnotismo, la divinidad y los hechizos” y podía materializar objetos con
sólo fijar su atención. Según indica Grant, Mrs. Patterson, quien podría haber
sido niñera de Spare, le enseñó una
forma de vudú psíquico y más tarde le reveló los secretos del tantra,
transformándose en una bella mujer joven. De esta relación parece que Spare
desarrolló una fijación erótica por mujeres inveteradas, rollizas o deformes,
las cuales frecuentó por muchos años, experimentando también con el lado
sórdido del mundo londinense, con la decadencia propia del dandi. El biógrafo
de Spare, Phil Baker (seguramente el mejor guía para iniciarse en el mundo de
Spare), pone en duda la existencia de Mrs. Patterson – así como el lado más
sádico de su sexualidad-- y considera que se podría tratar de una elucubración
en la cabeza del artista, quien tal vez hace una amalgama fantástica de
diferentes personas que conoció para significar el aspecto mágico de su
infancia (sublimando a su madre, que odiaba) y su propia sombra que fue
cultivando internamaente.
Al morir en 1955, Austin Osman Spare dejó una obra dispersa
de cientos de dibujos y pinturas, la mayoría de las cuales vendía a precios
mínimos o simbólicos, habiendo inaugurado el “trend” de exponer en pubs. Sus impresiones y sus dibujos se han vuelto
objeto de coleccionistas y su visión erótica, mística y monstruosa de la
realidad, ha sido asimilada por artistas como Tool o Alan Moore, entre
otros. Aunque parecía destinado a la
fama –considerado el heredero de Aubrey Beardsley--, Spare fue generalmente
marginado del mainstream del arte; sólo resucitado cada tanto, cuando se ponía
de moda una corriente artística en la que su obra parecía encajar o hasta
revelarse como un antecedente.
Un artículo escrito por el reportero Hubert Nicholson,
después de la exhibición de Dali en 1936 en Londres, corrió en la prensa con el
título “Father of Surrealis—He’s a Cockney”, haciendo referencia al origen
humilde de Spare, quien es considerado alternativamente como un
“protosurrealista”, un simbolista o incluso un precursor del pop-art, ya que en
una etapa de su carrera decidió hacer retratos de celebridades utilizando
recortes de los diarios, invistiendo una cierta aura supernatural a dibujos por
demás realistas de estas estrellas que cumplían el rol de las viejas
divinidades. Spare siempre vivió en un tiempo anacrónico, ni aquí ni allá, un
no-tiempo, como Kenneth Grant escribe sobre los seres conjurados por Lovecraft:
“seres que existen no en los espacios que conocemos, sino en sus intersticios”.
Además de sus dibujos, pinturas y retratos, Spare ilustró
sus propios libros de ocultismo llenos de aforismos como The Book of
Pleasure y The Book of Satyrs, entre
otros, en los que decanta su propia visión de una especie de infierno teosófico
del cual el hombre puede liberarse, y gozar, ejerciendo su voluntad mágica,
holgándose en el placer perpetuo de sí. Fue el editor de una serie de fallidas revistas de arte interesadas en el espiritualismo. Creó su
propio alfabeto mágico, “El Alfabeto del Deseo” y diseñó una baraja surrealista
de adivinación de carreras de caballo. Se desempeñó como pintor militar en la
guerra, reproduciendo una serie de imágenes de la Primera Guerra que se han perdido. Según
Spare en la Primera Guerra pudo viajar a Egipto con el ejército británico donde
hizo algunos dibujos de las pirámides y desarrolló su teoría de que la Esfinge
narraba la evolución del alma del hombre. Narra que cuando navegaba en un barco
británico fueron atacados por un torpedo y el fue el único que se mantuvo en
cubierta, observando el espectáculo de la destrucción. Phil Baker, sin embargo,
escribe que no hay registros de esto y todo indica que Spare no salió de
Inglaterra. En la Segunda Guerra su casa fue bombardeada y resultó herido,
perdiendo por unos años el vigor que siempre le caracterizó. En cierta forma podemos decir que Spare fue
un precursor del copy-left. “Aquellos que compran estos cuadernos [que vendía
por precios casi simbólicos] obtienen con ellos tanto el copyright como mi
permiso para explotar cualquiera de estas ideas como si fueran suyas”. La gran
orgía de la imaginación: la creación es una obra en progreso colectiva y el
autor es el inconsciente o el espíritu.
Un episodio que nos dice mucho de la naturaleza espléndida y
delirante de Spare, es el que relata Phil Baker en su biografía. Según Spare, Hitler, quien en su juventud
había tenido aspiraciones como pintor y luego se había interesado en el
ocultismo, le encargó uno de sus retratos, el cual supuestamente compró la embajada
alemana. Incluso Spare habría viajado a Berlín a realizar una pintura, pero,
según cuenta, regresó a Londres con ese retrato para utilizarlo luego como
parte de una arma mágica en contra del führer. Spare, quien siempre fue
anti-nazi, contó a sus amigos que en el momento más álgido de la guerra empleó
técnicas de proyección astral para luchar con el espíritu de Hitler, al cual
venció. No sólo Hitler se interesó en su
arte, según Spare, se escribió con Freud (parte del binomio que llamaba Fraud y
Junk), quien le solicitó revisar algunos textos relacionados a su teoría del
inconsciente.
El legado de Spare está, más allá de su rica imaginación
propensa a la autofelación, en el mundo fantástico de sus dibujos: depósitos
transparentes de su inconsciente. Recuperando una veta orgiástica de la
naturaleza encantada por animales mágicos, monstruos y seres elementales
–sátiros, faunos, sirenas, bacantes-- que encarnan la energía erótica de la
tierra, Spare trazó una línea directa entre su psique y los arquetipos del
paganismo. Antes que André Breton y los surrealistas, Spare ya había delineado
un método de pintura automática, una especie de teología del inconsciente que
se servía de la fuerza desmesurada de este substrato psíquico en el que el
individuo se encuentra y se disuelve con el universo. Según el crítico Haydn
Mackay “un ornamento rítmico crecía de sus manos sin delatar esfuerzo
consciente alguno”. Esta misma forma de posesión en el dibujo, es descrita por
Grant, sus trazos “son casi masturbaciones en líneas; las líneas se ovillan en
sí mismas y montan los picos inclinados
del éxtasis mientras que los fabulosos sigilos se entrelazan en una red de
complejidad onírica”. Spare en ocasiones declaró pintar poseído por diversos
espíritus, incluyendo uno que se manifestaba como un águila negra. En el mismo
acto físico de dibujar parece continuar su “espasmo dionisiaco de
pansexualidad”, que proviene de la profundidad de su mente, como un cometa o
una eyaculación que se inscribe en el lienzo nocturno.
Lo más interesante, de Spare, e incluso útil para quienes buscan experimentar con la magia y el arte, es examinar su teoría y práctica del inconsciente, fuente automática y desbordante de imágenes y deseos mágicamente cumplidos. La obra escrita de Spare es un poco confusa, tiende a lo hiperbólico y a lo críptico, acaso acusando su poca formación literaria. Pero aún así está llena de una energía descomunal que puede seducir a quien “tenga los oídos para oír”, como una fuerza de la naturaleza que se torna metafísica. La premisa es que básicamente la mente inconsciente es omnipotente, pero la mente consciente obstruye su capacidad operativa (que es la voluntad del ser), por lo tanto es necesario hackear este estado de las cosas en el que la superficie se entromete y vicia los procesos mágicos para liberar la energía de las profundidades (una especie de Leviatán del ser o una forma de detonar la energía del vacío o punto cero). En cierta forma es necesario truquear a la mente consciente para que no sabotee la operación, lo cual puede hacerse depositando el deseo que se tiene en un espacio vacío y profundo y luego olvidando ese deseo al invocarlo. “Para que la operación sea un éxito, la mente consciente no debe de tener noción de la transacción. Los deseos formulados conscientemente tardan tiempo en materializarse; los deseos inconscientes pueden materializarse con celeridad”, escribe Grant. Para lograr esto Spare adaptó los sigilos utilizados en la magia ceremonial a su propia visión psicomágica. A diferencia también de la magia de Crowley, donde “todo acto intencional es un acto mágico”, en la visión de Spare toda intención es mágica siempre y cuando logre penetrar el manto telúrico de la mente y sea un movimiento orgánico del inconsciente.
Cuando la resistencia está en estado inerte --el control es virado a la obsesión que
preside, permitiendo su encarnación, e inundando el ego, el cual es obligado a
vivir y realizar su experiencia. La enfermedad y la demencia (toda enfermedad
es demencia) son causadas cuando la energía descarnada no tiene función vital.
Es esta la energía que es utilizada para la visualización de los sigilos.
Spare definió los sigilos como “monogramas de pensamiento”
utilizados para “el gobierno de la energía” y también una “forma matemática de simbolizar
el deseo que tiene la virtud de permitir que todo pensamiento o asociación
relativa a ese deseo particular (en la hora mágica) pueda escapar la detección
del ego, para que le permita libre pasaje al inconsciente y no adhiera sus
propias imágenes transitorias, memorias y miedos”. Su biógrafo Phil Baker
escribe:
SigilsSpareEl método de sigilización de Spare era un modo de
simplificación, identificando una idea con una fórmula gráfica condensada.
Tomando un deseo en una frase corta, la frase sería escrita en su forma más
sencilla y luego letras que se repetían serían eliminadas hasta que se
combinaran las letras restantes en una cifra ornamental. La idea era que este
lío de letras no significaran nada para la mente consciente, así sobrepasándola
y permitiendo que trabajara el inconsciente donde tomaría su propia vida.
Para poder insertar la semilla del deseo en la profundidad
del inconsciente, como un tesoro escondido, Spare recomendaba lograr un estado
de vacuidad, para el cual no era necesario sufrir demasiado o “crucificarse”.
La vacuidad se obtiene al extenuar la mente y el cuerpo por
diferentes medios. Un medio tradicional o un medio personal funcionan igual de
bien, dependiendo del temperamento; escoge el más placentero; estos son
favorables: mantras y posturas, mujeres y vino, tenis, y el juego de la
Paciencia, o caminando y concentrándose en el Sigilo, etc.
El poder del pensamiento o el poder de la fe, que en nuestra
época el new age enuncia como “creer es crear”, para funcionar debe de ser “orgánico
e inconsciente”. Utilizando sigilos Spare, según Grant, podía no sólo obtener
cosas que deseaba sino incluso manipular la realidad, hacer llover o atacar a
una persona o ejercer una acción a distancia.
La forma en la que opera el inconsciente puede observarse en
la naturaleza, según Spare:
Un murciélago primero creció alas y del tipo adecuado,
siendo su deseo suficientemente orgánico para llegar al inconsciente. Si su
deseo de volar hubiera sido consciente, habría tenido que esperar a tener los
mismos medios que tenemos nosotros, por ejemplo, máquinas.
Al igual que Yeats, otro artista que experimentó con la
magia, quien buscaba imágenes en el Spiritus Mundi y que Jung que realizaba un
ejericio que llamaba imaginación activa, Spare también tenía un método para
obtener imágenes o temas para una obra. Esto es lo que llamaba “resurgimiento
atávico”, por una parte una fuente de inspiración, llegando a un estado de
vacío del cual emergen las imágenes y por otro lado también una forma de posesión.
Grant relata una ocasión en la que Spare quería mover un objeto muy pesado,
primero visualizaba una imagen y surgía de ella un impulso atávico
inmediatamente. “Spare cerraba los ojos un momento y visualizaba una imagen que
simbolizaba el deseo de la fuerza de tigres. Casi inmediatamente sentía una
respuesta interna. Entonces sentía un tremendo incremento de energía sacudir su
cuerpo. Por un momento se sentía como un insecto azotado por un poderoso
viento. Con un gran esfuerzo de la voluntad se enderezaba y dirigía al objeto
apropiado. Una gran calma descendía y lograba mover la carga más fácilmente”.
Aquí ocurre como en mucha de la vida de Spare que es difícil distinguir un
cierto histrionismo o adorno narrativo de un acto verdaderamente mágico. Existen
técnicas para cargar objetos pesados, invocar la fuerza de un tigre para
soportar mejor el peso debe de ser útil,
ya sea como una forma de relajarse o como una verdadera posesión
arquetípica.
Más allá de que existieran visos de charlatanería o de una delirante
autopercepción, Spare se dedicó a
explorar y hacer un mapa operativo del inconsciente como pocas personas en la
historia (el gran referente en este sentido es Jung, a quien Spare repudiaba,
al igual que a los surrealistas, que por tener similitudes lo deslustraban en
su mente). Hoy muchos artistas reconocen que el inconsciente es el cofre de
tesoros de la creatividad y poder abrirlo a voluntad seguramente es una
habilidad invaluable, aunque lo mismo desata una perla que un fauno o un diluvio. Por otro lado poder
disponer de ese juego libre y fluido con el inconsciente es una forma de
destapar y desbloquear represiones y traumas. El arte llega a ser en Spare un
acto de afirmación libidinal, de una fertilidad monstruosa, liberando sobre el
mundo un vendaval de caos y de energía orgónica.
Extraído de: http://pijamasurf.com/2014/05/austin-osman-spare-arte-y-magia-del-inconsciente/
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